Seguro que habéis escuchado las expresiones «revestimiento epoxi» y «pintura epoxi» para pavimentos sin tener muy claras las diferencias. Se trata de dos sistemas con diferencias a tener en cuenta antes de tomar una decisión.
PINTURAS EPOXI
Las pinturas epoxídicas, son sistemas de bajo espesor, aplicados con rodillo, donde la cantidad de material que recubre el suelo una vez catalizado lo conforman unas cuantas micras (< 500 micras), es decir, cantidades relativamente pequeñas de resina epoxi.
Estos sistemas suelen contener un menor contenido en sólidos, y parte del producto se evapora a medida que se seca sobre el soporte, ofreciendo una menor resistencia y durabilidad. Tienen unas prestaciones inferiores a las de los revestimientos epoxi de tipo industrial, pero son sistemas óptimos para la protección de pavimentos con solicitaciones físico-químicas ligeras o medias (parkings, almacenes, zonas de producción de bajo impacto, etc.).
Las pinturas epoxídicas son simples de instalar y más económicas. Como en todo este tipo de sistemas, la clave es la correcta preparación del soporte, y consta de una primera capa de imprimación, a la que se le puede añadir un árido para conseguir un acabado antideslizante, y una o dos capas posteriores de acabado.
PINTURAS EPOXI
Un revestimiento epoxi consiste en una resina epoxi de dos componentes de alto rendimiento (Parte A) combinada con un endurecedor de poliamina (Parte B). Estos sistemas están disponibles hasta con un contenido de sólidos del 100%, dando como resultado superficies del pavimento más resistentes y duraderas.
La instalación estos sistemas de revestimiento, requieren preparación del soporte más intensa y una instalación profesional. La superficie debe estar preparada mecánicamente – diamantado o granallado – para asegurar la adhesión del recubrimiento con el soporte. Una vez que los componentes A y B se mezclan, existe un intervalo de tiempo para aplicar el revestimiento. La aplicación puede requerir una combinación de herramientas – rodillos, rastrillos, llanas … – y se aplican en varias capas, con sus tiempos de secado – imprimaciones, capas intermedias y capas finales. En ocasiones se añaden cargas, como arena de sílice graduada o cuarzo coloreado, como parte del sistema y para mejorar aún más la resistencia a la abrasión y a la resbaliadicidad.
Se trata por lo tanto de sistemas óptimos para el ámbito industrial o comercial y en lugares con gran desgaste por el uso diario (tráfico pesado de vehículos de todo tipo y mercancías, limpiezas frecuentes y actividades operativas exigentes) en los que la pintura epoxi se podría degradar más rápidamente.
RECORDATORIO
Tal y como os comentábamos al inicio del artículo las pinturas y los revestimientos epoxi son dos sistemas con sus particularidades que habrá que a tener en cuenta antes de tomar una decisión. Recordad que este tipo de trabajos – preparación de soportes y aplicación de revestimientos – deberían ser realizados por profesionales especializados para asegurar una correcta aplicación y la durabilidad del sistema.